Todo lo que te dije

con mi camisa lenta.

A todo lo que supe

recorriendo tus labios.

Añade,

mi mediocre fetichista.

El medio cielo

de la pensión más rasa

y las sábanas sucias

a juego con tus manos.

Desplacer es helarse

en el calor de un beso.

Buscar ese sabor

y encontrar sólo el labio.

Un día vendrá el tiempo

que tiene poco de tiempo

y te verá colgado en el armario.

Ya está bien de morirse

corriente como un duro.

Me compraré otro cuento

abriré mi paraguas

y ese invierno hará un pis

sobre tu cara.

Y podré recobrar la camisa

que protege la noche

cuando más frío siento

donde más te creaba.


P. Manrique.

Angelitos tiernos





Angelitos tiernos, desnuditos bajan de los cielos con sus flautas y oboes.
Siempre tienen alguna pluma que se suelta y entra cosquillosa por los faldones
Fui zombi de Michael Jackson.
Salía jadeante tras las masturbatorias
Hay quien guarda jirones infantiles y camisetas llenas de esperma santo.
A veces sueño que estoy muerto jodiendo con un trazo de chicha maloliente.
¡Dios! Como penetra. Como profundiza en mis vísceras agusanadas.
Durmiente recibo al bicho que escupe hostias envenenadas


Esther A.