Ricas, y ricos

Cuando los poetas le dan al pico con contundencia plástica y simbolismo escenificador, cuando los poetas largan muchas palabras que saben a pocas, cuando los poetas son sin pretender ser, y se lo curran, y se lo inquietan, y se lo trinitan, y se lo bifurcan, y se la juegan, y se lo curvan, y se lo reptan, ocurre lo que ocurrió anoche en La Casa de Zitas, en ese caserón de reminiscencias volteranas, en donde unos primos juegan a embellecer sus vidas por medio del arte. Ocurrió que estuvo todo muy rico. Marta Navarro, estaba, rica, en calidad ,calidez, y exuberancia,  Charo De La Varga, rica,  hasta la blasfemia, Miguel Angel Ordovás, rico sublime , y Gustavo de Don Nadie, cósmicamente rico. Toda esta gente bombeaba un fluido euforizante, un magma intenso, de alta frecuencia que nos puso los pelos, así, pa arriba, encofraos y pimpantes. Creo que a ninguno de los que atestábamos la sala, nos acosó ni un segundo de sueñera. Nadie se quedó, sopa. QUE SE SEPA.